A todo cerdo le llega su San Martin

Y no me estoy refiriendo a Fidel Castro ni a Arnaldo Otegi. No. Me refiero a mi mismo y a mis diversas versiones. Porque, llegados este punto, por fin, podemos decir que hemos pasado de la versión 4.1 a la 4.2. Y ¿quién sabe? Quizá la 5.0 está a la vuelta de la esquina.

Sin ninguna duda, las mentes inquietas y preclaras, como la de nuestro querido Kañamán a.k.a. el hombre-caño, luminaria de la intelectualidad española, se preguntarán… what the hell is going on here? No voy a dar los detalles, pero en estos últimos días me he conseguido arrancar del todo un clavo que me andaba j….endo desde hacía un tiempo. O quizá el clavo salió por si solo, o quizá ocurre que un clavo saca a otro clavo. No sé, ya veremos. Pero así vienen las cosas. Quién tenga oídos para oír que entienda. Y el que no entienda, que espabile, que ya va siendo mayor.

En el trabajo, bien, gracias. Ayer tuve una reunioncilla con el jefe, para planear mi trabajo de aquí hasta que me vaya en junio. Además, al igual que el año pasado, voy a ser profesor ayudante del curso de mi jefe, con lo que eso también ha supuesto alguna reunión más con los otros ayudantes. En fin, que parece que en los próximos meses no habrá tiempo para aburrirse.